El Atlético de Madrid tiene 15 días para tomar una decisión sobre la continuidad de Fernando Torres. El capitán rojiblanco juega cedido por el Milan, que espera una respuesta antes del 31 de enero para saber si se lo van a quedar en propiedad.
Cuando se cierre el mercado de fichajes de invierno ya no habrá nada que hacer, a menos que recurran a la cautelar para ganar tiempo y poder operar en verano. La sanción de la FIFA les ha metido prisa, demasiada teniendo en cuenta lo poco que está contando esta temporada para el Cholo Simeone.
No está dando la talla
El miércoles, cuando todavía no se sabía nada sobre la decisión adoptada por el organismo regulador del fútbol a nivel mundial, el técnico rojiblanco habló de Torres dejando muy claro que su continuidad estaba ligada a su rendimiento, algo que dejaba entrever su salida tras el 30 de junio.
Con Antoine Griezmann, Ángel Correa, Luciano Vietto y Jackson Martínez por delante, al de Fuenlabrada ya no le quedan ni los minutos de la basura para reivindicarse. Su papel no es ni secundario y los aficionados son conscientes de que lo mejor que puede hacer es marcharse.
Podría seguir por las circunstancias
Lo que sí hará el club, o debería hacer, es prepararle un adiós lo menos doloroso posible. Tienen que quedarse con el joven jugador que tiró del carro del Atlético cuando estaba en Segunda División, no con el que ha vuelto tras una mala experiencia por el Chelsea y el Milan. Los colchoneros le aprecian y debe despedirse por la puerta grande, no por la de atrás y sin hacer ruido. En cualquier caso, la imposibilidad de fichar del Atlético puede alargar su aventura en el Manzanares, donde todavía busca su gol número 100, el que le situaría a uno del ‘Kun’ Agüero en la tabla de goleadores históricos.