Lo bueno del fútbol actual es que al cabo de tres días te puedes recuperar de una derrota tan dolorosa como la que te ha dejado fuera de la Champions League. Sin embargo, también existe la posibilidad de que vuelvas a perder, lo que hace que tu crisis se agrave todavía más.
Tropiezo inesperado
El Manchester United empezó muy bien la temporada, pero da la sensación de que se está desinflando. En Europa ha tonteado hasta la última jornada y al final lo ha pagado, y en la Premier no acaba de convencer por culpa de partidos como el que perdió este pasado fin de semana. Y todo ello sin olvidar que cayó eliminado en los octavos de final de la Capital One Cup a manos de un segunda…
El modesto Bournemouth, uno que también se movía por la Championship la temporada pasada, obtuvo tres puntos de oro que le permiten abandonar los puestos de descenso. Su victoria, sumada a la que logró en Stamford Bridge días atrás, le ha consolidado como un matagigantes que no se arruga ante nadie.
Se adelantaron en el marcador en el minuto 2 gracias a un tanto de Junior Stanislas, pero los diablos rojos igualaron la contienda antes del descanso por mediación de Marouane Fellaini, un hombre acostumbrado a salvar los muebles de su equipo cuando nadie lo espera.
Los de Louis van Gaal salieron al césped del Vitality Stadium a por los tres puntos tras el descanso, pero no fueron capaces de ver puerta y se vieron desbordados por Joshua King, que ha pase de Matt Ritchie estableció el 2-1 definitivo.
Siguen en puestos de Champions
En estos momentos el United es cuarto con 29 puntos, cuatro menos que el Arsenal, que por ahora es líder a la espera de lo que suceda esta noche en el partido que disputarán el Leicester City y el Chelsea en el King Power Stadium. Los zorros pueden recuperar el liderato si ganan, ya que se irían hasta los 35 puntos.