Nueva debacle del Chelsea de José Mourinho, que volvió a apostar por Eden Hazard como falso ‘9’ y dejó a Diego Costa una vez más en el banquillo. Está claro que el hispano-brasileño tendrá que pagar por el lanzamiento de peto en el White Hart Lane, por mucho que el portugués tratara de quitarle hierro al asunto en rueda de prensa.
Gol en fuera de juego
Esta vez les pasó la mano por la cara el Bournemouth, el equipo con menos presupuesto de la Premier League. Llegaron a Stamford Bridge ocupando puestos de descenso y regresaron a casa fuera de ellos gracias al solitario gol de Glenn Murray, que saltó al terreno de juego en el minuto 80 y marcó en el 82.
Fue un gol que no debió subir al marcador, ya que remató en posición de fuera de juego a la salida de un córner que se le complicó a Thibaut Courtois. El belga, que volvía a jugar tras la grave lesión que sufrió meses atrás, no fue lo suficientemente contundente a la hora de despejar el balón y éste acabó en las botas de un jugador del Bournemouth, que remató como pudo para enviarlo al área pequeña. Por allí pasaban dos de sus compañeros en posición de fuera de juego, pero ni el árbitro ni el asistente fueron capaces de verlo. Tampoco los jugadores del Chelsea, que se quedaron paralizados y sin protestar.
Crisis interminable
Quedaba poco tiempo para el final y los ‘blues’ no pudieron igualar la contienda. Sumaron la octava derrota de la temporada y continúan en decimocuarta posición, solo que ahora están a dos puntos del descenso. Mourinho no cree que vayan a descender, pero ahora ya no se plantea como objetivo acabar entre los cuatro primeros. Ahora le vale con acabar entre los seis primeros, algo que no le hará ni chispa de gracia a un Roman Abramovich que podría destituirle antes de que acabe el año, sobre todo si se quedan fuera de la Champions League este miércoles.