Menudo fichaje. Menudo marrón. El Chelsea apostó por Radamel Falcao tras una temporada muy mala en el Manchester United pensando que si no brilló fue por culpa de Louis van Gaal, pero lo cierto es que el delantero centro colombiano tampoco está saliendo a flote con José Mourinho.
El técnico portugués le ha dado muchas oportunidades, pero no ha aprovechado ni una. Eso explica que hasta la fecha solo haya jugado un partido como titular en la Premier League y no haya disputado ni un solo minuto en la Champions. ¿Su bagaje? Un triste gol a finales de agosto en el encuentro que perdieron ante el Crystal Palace en Stamford Bridge. Del Falcao que conocimos en Oporto y en Madrid no queda ni el peinado.
De delantero de moda a delantero repudiado
En febrero de 2016 cumplirá 30 años y su carrera profesional empieza a decaer antes de tiempo. Tiene contrato con el Chelsea hasta el término de la temporada, pero los directivos del conjunto londinense se están moviendo para endosárselo a algún club en el mercado de invierno.
La misión es complicada, porque el Mónaco no quiere saber nada de él y ni un solo equipo ha picado a su puerta. Con los números que acumula desde que sufrió la grave lesión que le dejó fuera del Mundial de Brasil, es de locos arriesgarse. El sueldo de Falcao no es cualquier cosa y eso le va a cerrar muchas puertas de ahora en adelante si no es capaz de renunciar a sus emolumentos actuales para tener una nueva oportunidad.
Debería olvidarse de las grandes ligas
Su caso me recuerda al de Kaká, que en el Real Madrid se demostró que estaba acabado. ¿La mejor solución? Que se vaya a una liga exótica, donde le pagarán lo mismo que aquí o más y volverá a marcar goles. Ya se sabe que en el reino de los ciegos el tuerto es el rey.