El Atlético de Madrid se ha complicado su clasificación para los octavos de final de la Champions League. En ningunos planes entraba un empate en campo del Astaná, sobre todo tras el 4-0 que cosecharon en el Vicente Calderón.
El Cholo Simeone no se confió y apostó por los mejores, pero no tuvieron el día y se quedaron sin ver puerta en un Astaná Arena al que acudieron algo menos de 30.000 aficionados (como diez veces más que en un partido cualquiera de la liga kazaja).
Falto de ideas
No fue capaz de generar demasiadas ocasiones de gol y evidenció que no se encuentra en un buen momento. El empate en Riazor no fue positivo, pero es que lo de hoy es preocupante. Al equipo le cuesta crear ocasiones de gol y da la sensación de que vive de las jugadas que son capaces de inventarse sus cracks.
De hecho, el Astaná llegó a dominar el partido por momentos durante la primera parte. Giménez y Godín tuvieron que pelearse con Junior Kabananga, un tipo corpulento que te puede sacar de quicio en más de una jugada que no parece llevar peligro. El segundo tiempo fue más rojiblanco que otra cosa, pero las ocasiones brillaron por su ausencia.
¿Líderes por poco tiempo?
En estos momentos son líderes de su grupo con 7 puntos, pero esta noche se enfrentan Benfica y Galatasaray en Da Luz. Los portugueses son segundos con 6 puntos y los turcos terceros con 4. ¿Un buen resultado? Yo firmaría un empate, ya que es de esperar que el Atlético gane al Galatasaray en casa el próximo 25 de noviembre, lo que le valdría para sellar su clasificación y aspirar al primer puesto jugándosela en la última jornada de la fase de grupos.