El Valencia no tiene publicidad en su camiseta. ¿Eso es un drama? Pues a nivel económico la verdad es que sí, porque los equipos de su nivel se están embolsando varios millones de euros por lucir el logotipo o el mensaje de un patrocinador, lo que les da cierta ventaja a la hora de fichar o pagar nóminas elevadas a sus estrellas.
Peter Draper, Director de Marketing del club, llegó el pasado verano para solucionar el problema recurriendo a su experiencia. Se pasaron toda una temporada sin patrocinador con la convicción de que volviendo a la Champions League no les costaría tanto recibir ofertas, pero lo cierto es que hasta la fecha ninguna ha satisfecho sus deseos y siguen como estaban en pretemporada.
10 kilos o nada
El bueno de Draper no se bajará del burro a menos que alguien esté dispuesto a pagar 10 millones de euros por el patrocinio. Por menos no van a aceptar porque considera que es el precio justo, así que ya veremos si no se pasan otro año en blanco.
La internacionalización de la marca
Su plan de marketing tiene una duración de cinco años y plantea otros retos aparte del de encontrar un buen patrocinador para la elástica del Valencia. También quieren expandir la imagen del club por el mundo, centrándose en mercados tan jugosos como el asiático o el estadounidense, donde la pasión por el fútbol está creciendo gracias al dinero que están invirtiendo los clubes que disputan las ligas de esos países.
El Valencia quiere subirse al carro de los grandes equipos y alcanzar un nivel de popularidad similar al de clubes como el Arsenal, por citar un claro ejemplo de expansión en mercados futbolísticamente emergentes. Cuantos más seguidores tengan más dinero ingresarán, y cuanto más ingresen más dinero tendrán para retener a sus cracks y fichar a jugadores con los que dar un salto similar al que ha dado el Atlético de Madrid en los últimos años.