Gran noche de Champions la que vivimos ayer en el Etihad Stadium. Cara a cara dos de las mejores plantillas de Europa, la del Manchester City y la de la Juventus. Los primeros llegaban repletos de moral tras ganar los cinco partidos que han disputado en la Premier League, mientras que los segundos todavía no conocen la victoria en la Serie A.
La grandeza de la ‘Vecchia Signora’
Eso nos hacía pensar que los de Manuel Pellegrini se llevarían el partido sin excesivos problemas. Pero la competición doméstica es una cosa y la Champions es otra bien distinta. Además, cualquier cosa puede pasar cuando la ‘Vecchia Signora’ está en el césped. Tiene ese ADN de campeón que no tiene el City y que no se compra con millones.
Primera parte sin goles
La primera parte transcurrió sin demasiadas sorpresas. El balón era para los locales y los de Massimiliano Allegri esperaban atrás sin prisas. Esta vez lo hacían con una delantera formada por un faro llamado Mario Mandzukic y con Álvaro Morata, que fue titular en detrimento de Paulo Dybala. También vimos muy arriba a Juan Cuadrado, que no se cansó de correr durante los 90 minutos.
La ocasión más clara del primer tiempo la tuvo Raheem Sterling. El joven futbolista del City se plantó ante Giangluigi Buffon a los dos minutos, pero no fue capaz de resolver el mano a mano con éxito. Tener delante a uno de los mejores porteros de la historia es algo que intimida.
Autogol de Chiellini con falta de Kompany
Tuvimos que esperar al segundo acto para ver los tres goles que subieron al marcador. El primero llegó en el minuto 57, cuando Giorgio Chiellini remató en propia puerta un córner botado por David Silva. El central italiano fue objeto de falta por parte de Vincent Kompany, pero el esloveno Damir Skomina se hizo el sueco.
Poco después pudo llegar el 2-0 que hubiera sido definitivo, pero Buffon desbarató una doble ocasión de Wilfried Bony y Silva demostrando que todavía está en plena forma. A partir de ahí la Juve se vino arriba y sacó todo el orgullo que tiene para darle la vuelta al electrónico.
Dos nueves al rescate
El empate fue cosa de Mandzukic, que en el minuto 70 tocó lo justo una gran asistencia de Paul Pogba. El balón dio en el poste izquierdo de la portería defendida por Joe Hart antes de acabar alojado en el fondo de las mallas.
Los aficionados se quedaron tocados y los jugadores empezaron a pensar en la maldición que les persigue en la Champions. Todo lo contrario que la Juventus, que por mediación de Morata se llevó tres puntos de oro. El ex del Real Madrid se hizo con un balón que quedó muerto en la frontal del área y se sacó un zurdazo tremendo que golpeó en el poste derecho y acabó en gol. Es evidente que esta competición se le da mejor que bien.
En resumen, el City tendrá que seguir creciendo para no tener problemas ante equipos que son grandes por historia, no por petrodólares.