En Holanda se han encendido todas las luces de alarma y no son pocos los que creen que el seleccionador, Danny Blind, debería ser destituido de inmediato. El equipo está completando una fase de clasificación para la Eurocopa horrible. En estos momentos acumulan 10 puntos de 24 posibles y son cuartos del Grupo A, por lo que están fuera de la Eurocopa. Además, no dependen de sí mismos para lograr la tercera posición que les daría derecho a jugar la repesca.
A merced de los turcos
Para ello dependen de que Turquía no sea capaz de sumar 4 puntos o más en los dos partidos que le quedan. El primero es ante la República Checa a domicilio y el segundo es ante Islandia en casa. Eso siempre y cuando sean capaces de ganar a Kazajistán a domicilio y la República Checa en casa, porque de lo contrario ya se pueden despedir sin estar pendientes de lo que hagan los otomanos.
Ayer sufrieron de lo lindo en el Torku Arena de Konya, donde unos 40.000 aficionados disfrutaron de la victoria de Turquía por 3-0. El primero llegó en el minuto 8 gracias a un gran pase de Arda Turan que dejó solo a Oguzhan Özyakup. Éste no se puso nervioso ante Jasper Cillessen y se la picó por encima con mucha delicadeza.
El segundo fue del propio Arda, que anoche demostró estar en plena forma pese a no poder jugar con el Barça. El ex del Atlético se la llevó con más tesón que calidad dentro del área rival y soltó un disparo al primer palo que sorprendió a Cillessen. El portero del Ajax pudo hacer más.
El tercero y definitivo se fabricó en el minuto 86. Gregory van der Wiel perdió el balón en la banda por falta de Caner Erkin y Burak Yilmaz lo aprovechó para establecer el 3-0 definitivo que deja a Holanda contra las cuerdas.
Adiós a la Holanda arrolladora
¿Qué les ha pasado? ¿Dónde está aquella selección holandesa que arrollaba en los grupos de clasificación para la Eurocopa y el Mundial? Queda claro que el fútbol holandés no vive su mejor momento. Sin Arjen Robben, que se lesionó ante Islandia días atrás, son de lo más inofensivos. Sin su vieja guardia son un equipo demasiado vulgar que no sabe dar la cara en partidos importantes. Por eso hay quien piensa que la culpa no la tiene el entrenador, sino una generación de futbolistas que no es ni mucho menos tan buena como las anteriores.