Hay que ver lo que ha cambiado el fútbol en los últimos años. Recuerdo que antes cualquier selección potente goleaba a las más débiles con una facilidad pasmosa, cosa que hoy en día no sucede ni por asomo. Véase Holanda, que perdió ante Islandia en el Amsterdam Arena, o lo que pasó ayer en Florencia, donde Italia sudó tinta china para lograr tres puntos que se daban por ganados ante Malta.
Un partido para olvidar
El duelo mediterráneo fue bastante aburrido, sobre todo durante la primera parte. Pocas ocasiones y un ritmo cansino que invitaba a pensar que solo una genialidad podría salvar a los de Antonio Conte en la segunda mitad.
El ex de la Juventus acertó al hacer un cambio que resultó decisivo. Quitó del campo a Manolo Gabbiadini para dar entrada a Antonio Candreva. El centrocampista de la Lazio animó a sus compañeros y los transalpinos tuvieron ocasiones claras. Sin embargo, la única que acabó en gol fue la que se gestó en el minuto 69.
Gol ilegal
Un balón colgado al área sin mucho sentido terminó en la banda derecha, donde Candreva ya levantaba la cabeza buscando rematadores. Por allí pasaba Graziano Pellè, que sin saber exactamente cómo remató sin oposición utilizando su brazo izquierdo. Ni el árbitro, ni el linier ni el que está en la línea de fondo lo vieron y el gol subió al marcador. De hecho, ni los jugadores malteses protestaron.
Líderes del Grupo H
El triunfo, acompañado del inesperado empate de Croacia en Azerbaiyán, les deja en primera posición con 15 puntos. Uno menos tienen los de Rakitic, Modric y compañía, mientras que Noruega es tercera con 13. Los nórdicos obtuvieron una victoria muy importante en Bulgaria, que es con quien se están jugando la tercera plaza. Ahora la ventaja que les separa es de 5 puntos, así que como mínimo apuntan a la repesca.