El año pasado no hubo Trofeo Santiago Bernabéu. Entre la gira de pretemporada lejos de Madrid, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España, el club argumentó que le había sido imposible encontrar una fecha para disputar el amistoso con el que rinden homenaje a uno de los exfutbolistas y expresidentes más laureados de su historia.
Money, money, money
Excusa barata, porque el Barça sí que ha podido organizar el Trofeo Joan Gamper con una pretemporada lejos de Barcelona, la Supercopa de Europa y la Supercopa de España. Si hubieran aparcado por un día los intereses económicos para poner por delante a los aficionados, el partido se habría jugado. Alguien debería decirle a Florentino que en la vida no todo es dinero.
Un rival de nivel medio
El caso es que este año sí que habrá Trofeo Bernabéu. En principio el rival iba a ser River Plate, que acaba de ganar la Copa Libertadores, pero finalmente se han decantado por el Galatasaray. No es un equipazo, desde luego, pero tampoco es el típico sparring que te permite ganar 5-0.
No habrá homenaje a Casillas
Lo que echo de menos es un homenaje a Iker Casillas en condiciones. Se había hablado del Trofeo Bernabéu como el día ideal para hacer algo parecido a lo que vivió Raúl en 2013, cuando pudo jugar media parte con el Real Madrid y otra media parte con la camiseta del Al-Sadd. Sin embargo, han descartado la posibilidad de llamar al Oporto. Y casi que mejor, porque otro paripé ya hubiera sido demasiado.