Con Leo Messi y Neymar es difícil tener problemas. Sobre todo si en el campo están otros dos que son imprescindibles. Me refiero a Javier Mascherano y Dani Alves, que junto a sus compatriotas fueron titulares en el Trofeo Joan Gamper.
El Barça derrotó a la Roma por 3-0 con mucha facilidad. No le hizo falta hacer un partido antológico para golear a un equipo que se supone que luchará por ganar la liga italiana.
Neymar y Messi nunca fallan
El primero de la noche lo hizo Neymar en el minuto 26 gracias a una jugada que nació en los pies de Messi. El argentino vio a Jérémy Mathieu subiendo la banda izquierda al más puro estilo Jordi Alba y se la puso al pie. El francés, con las cosas muy claras, se la dejó en los pies al brasileño, que solo ante Szczesny no se puso nada nervioso. Controló, le regateó y marcó. Así de fácil.
El segundo llegó antes del descanso. Messi, que se había picado con Mapou minutos antes, anotó el 2-0 en el minuto 41 disparando con mucha rabia. Neymar le regaló una dejada en el punto de penalti y el argentino fusiló con un disparo de empeine que entró raso.
Obús de Rakitic
Tras el descanso llegaron los cambios y el Barça perdió mordiente en ataque, pero Ivan Rakitic, que por cierto fue elegido mejor jugador del partido, estableció el 3-0 definitivo con un disparo lejano. El ex del Sevilla aprovechó una balón recuperado por Sergio Busquets para destrozar la escuadra. Fue un golazo en toda regla.
La única mala noticia para el Barça fue la lesión de Jordi Alba, que se retiró con molestias y es duda para la Supercopa de Europa que se disputará el próximo martes en Tiflis.