Tercer año en el Bayern de Múnich y tercera Supercopa de Alemania perdida. A Pep Guardiola se le ha vuelto a atragantar el primer título oficial del año, lo que le ha servido para recibir más críticas.
El Wolfsburgo se hizo con la copa en la tanda de penaltis, pocos minutos después de que el danés Nicklas Bendtner pusiera la igualada al filo del minuto 90.
Robben abrió la lata
El Bayern, que jugó con Arturo Vidal, Mario Götze y Juan Bernat en el banquillo, se adelantó en el marcador en el minuto 49 por mediación de Arjen Robben. El futbolista holandés, que partió desde la banda derecha en el esquema 4-5-1 que diseñó Guardiola, aprovechó un rechace en una jugada un tanto embarullada para adelantar a los suyos. La jugada nació en la banda izquierda gracias al atrevimiento de Douglas Costa, que fue uno de los más destacados del Bayern.
Bendtner forzó los penaltis
Los bávaros se confiaron y el Wolfsburgo empezó a crear ocasiones de gol claras, aunque siempre se topaban con un Manuel Neuer estratosférico. Todo hasta que llegó el minuto 89 y Bendtner remató a gol un gran centro raso de Kevin De Bruyne. El futbolista belga tenía que aparecer.
Fallo de Xabi Alonso
Así las cosas, el partido se fue a la tanda de penaltis. Todos marcaron menos Xabi Alonso, que falló el segundo lanzamiento del Bayern. Quienes no fallaron fueron Arturo Vidal, Robben, Lahm y Douglas Costa. Bendtner, una vez más decisivo, anotó el último penalti de la tanda, el que le dio el título al Wolfsburgo de Dieter Hecking.