¡Qué grande es el Sevilla! Lo suyo tiene mucho mérito porque no es un equipo muy poderoso en lo que a presupuesto se refiere. Monchi sigue haciendo lo que puede con lo que tiene y Unai Emery no se cansa de ganar títulos. Ya es su segunda Europa League de forma consecutiva, un premio merecidísimo porque no hay nadie que quiera tanto esta copa que este año tiene premio. Los andaluces estarán en la próxima edición de la Champions League, con lo que supone eso a nivel deportivo y económico.
El Dnipro no se arrugó
El Dnipro saltó al césped del Nacional de Varsovia sin complejos. Había llegado más lejos de lo que se esperaba tras eliminar al Nápoles de Rafa Benítez, así que llegaban repletos de confianza y con ganas de dar la sorpresa una vez más.
Tanto fue así que se adelantaron en el marcador en el minuto 6. Fue gracias a una jugada de pizarra, porque colgaron un balón largo buscando la cabeza de Kalinic mientras Matheus corría por la banda derecha sabiendo lo que iba a pasar. El espigado delantero croata la peinó para que la pudiera aprovechar y éste se la devolvió poniéndosela en la cabeza con una precisión milimétrica. Su remate superó a un Sergio Rico que no fue capaz de despejarla pese a su estirada.
Reacción sevillista
El Sevilla no se vino abajo y fue a por el empate con todo. Presionó mucho y gozó de las mejores ocasiones hasta situar el 1-1 en el electrónico de la capital polaca. Fue precisamente un polaco el que marcó, y lo hizo con más insistencia que técnica. Grzegorz Krychowiak, el enésimo acierto de Monchi, se hizo con un balón que quedó muerto en el área y fue capaz de sacarse un remate poco ortodoxo para batir a Boyko, que se fue al suelo demasiado tarde.
El gol animó al campeón, que no tardó en adelantarse en el marcador. Tres minutos más tarde, en el 30, José Antonio Reyes demostró por qué es un jugador especial. Vio un desmarque muy inteligente de Carlos Bacca a la espalda de la defensa y se la puso con toda la intención del mundo. El colombiano definió con una tranquilidad pasmosa, regateando a Boyko para enviar el balón al fondo de las mallas.
Golazo de falta de Rotan
La alegría no le duró demasiado a los hispalenses. En una falta peligrosa al borde del área llegó el 2-2 con el que terminó la primera parte. El encargado de ejecutarla fue el capitán, Rotan. Superó la barrera con un toque sutil, situando el balón por encima de dos torres como M’Bia y Krychowiak. Sergio Rico voló para evitar el tanto, pero su estirada llegó un poco tarde y los ucranianos se metieron de lleno en el partido una vez más.
Bacca en estado puro
Tras la reanudación, el Dnipro dio la sensación de que podía llevarse el partido, pero Vitolo fue el más listo de la clase en una jugada embarullada en la frontal del área. Aprovechó un rechace para dársela a Bacca, que como siempre estaba con la caña preparada. El ‘9’ se plantó solo ante Boyko y definió con mucha confianza con su pierna izquierda. Era el 2-3 definitivo en el minuto 72, el que le dio la copa y la clasificación para la Champions a los de un Emery que repitió el éxito de la temporada pasada.
Emery es un gran profesional
Lo del de Fuenterrabía tiene mucho mérito. Ha sabido reconstruir un equipo que se había quedado sin su referente, Ivan Rakitic, y lo ha vuelto a colocar arriba en la Liga. Todo ello sin perder de vista la Europa League, una competición que cualquier equipo quiere ganar. Ha recuperado a un futbolista de primer nivel como Éver Banega y ha sabido sacar lo mejor de hombres como Vitolo o Aleix Vidal. Me extraña que no tenga ofertas de grandes equipos de Europa, porque su nivel de entendimiento y pasión es prácticamente insuperable.