Tendremos a la Juventus en unas semifinales de la Champions League tras doce años de ausencia. La Vecchia Signora está de vuelta y tiene un objetivo muy claro. Se han cansado de ganar el Scudetto y ahora tienen una misión más complicada. Bayern de Múnich, Real Madrid y Barça son los últimos escollos para llegar hasta la ‘Orejona’, la copa que todos quieren levantar el 6 de junio en Berlín un poco antes de las 11 de la noche.
Todo bajo control
Para obtener su billete han tenido que eliminar a uno de los equipos revelación de la presente edición de la Champions. El Mónaco le dio varios sustos en Turín, donde podríamos decir que merecieron más. Los de Massimiliano Allegri supieron sufrir y a decir verdad tuvieron menos problemas en la vuelta. Con el 1-0 de la ida se sentían cómodos.
Una línea de cinco centrocampistas y tres centrales por detrás arroparon a Gianluigi Buffon durante los 90 minutos. El veterano icono de la selección italiana apenas tuvo que emplearse a fondo para frenar las acometidas de un Mónaco falto de ideas. No había espacios para sorprender por las bandas y por el centro todo era una maraña de piernas azules. La única salida de emergencia era la que ofrecía Geoffrey Kondogbia con sus disparos desde fuera del área, pero anoche no tuvo el día.
Tan solo un error podía igualar la eliminatoria. La Juventus tenía las ideas muy claras y no se desgastó más de la cuenta para estar donde quería estar cuando empezó la temporada.
La hora de la verdad
Ahora les tocará hacer algo más que defender bien. Los equipos que le esperan en el bombo del viernes tienen recursos ofensivos capaces de desactivar cualquier entramado defensivo por complejo que sea. El catenaccio no será suficiente, pero están tranquilos porque recuperarán a Paul Pogba, ausente en esta eliminatoria por lesión.