Según se puede leer en el diario Marca, Jordi Alba venderá cara su renovación por el Barça. Su contrato expira el 30 de junio de 2017 y el club ya se ha sentado a negociar con sus representantes.
José Tárrega y Vicente Forés saben lo que pueden pedir por su representado. La galáctica ampliación del contrato de Sergio Busquets, que ha pasado a cobrar 10 millones de euros por temporada, ha disparado las expectativas de otros futbolistas que ahora mismo están muy por debajo de esa cifra.
Su continuidad es prioritaria
El lateral de la selección española es y ha sido siempre titular indiscutible. Todos los entrenadores que han pasado por el banquillo azulgrana han apostado por él y pocas veces ha tenido un mal día. Es de los que trabajan domingo sí y domingo también, y lo mejor de todo es que se suma al ataque con mucha facilidad, algo fundamental en la filosofía de juego del Barça.
Evidentemente, no va a pedir lo mismo que el ‘Pulpo de Badia’, pero estoy convencido de que pedirá un aumento considerable. Tiene 26 años y está en un momento idóneo para firmar el que podría ser el contrato de su vida. Se lo ha ganado a pulso en el césped y es difícil decirle que no.
Todo esto es algo que preocupa a Javier Faus, vicepresidente primero y responsable del Área Económica y Estratégica del Barça. Considera que se está alcanzando el límite aconsejable destinado a la masa salarial y eso puede convertirse en una amenaza para el club a medio y largo plazo. Las subidas de salario, sobre todo cuando se hacen públicas, suelen venir acompañadas de peticiones de otros jugadores que consideran que están haciendo méritos para merecer más dinero del que perciben.