Por cosas como la que sucedió el pasado miércoles en la Concachampions a uno se le ponen los pelos de punta. Ocurrió en el partido que disputaron el Herediano de Costa Rica y el Club América de México. Los primeros se llevaron el gato al agua por 3-0 gracias a los tantos que llegaron en la segunda parte, cuando los visitantes acusaron el esfuerzo físico tras quedarse con un hombre menos antes de que se cumpliera la media hora de juego.
Dos acciones de expulsión en la misma jugada
Christian Lagos, delantero del Herediano, recibió una entrada salvaje en el tobillo y un patadón en la cabeza que pudo enviarle al otro barrio en el minuto 27.
Recuperó un balón en el centro del campo y empezó a conducirlo, pero no tardó en ver como su tobillo izquierdo se torcía por culpa de unos tacos que pudieron destrozarlo por completo. La patada que vino después fue terrible, pero lo más increíble de todo es que nadie se preocupó por ello.
¿Nadie vio la patada en la cabeza?
Los jugadores del Herediano fueron a por Michel Arroyo, el autor de la entrada al tobillo, y se despreocuparon de Paolo Goltz por completo. Se originó una tangana que se saldó con varios empujones y algún que otro puñetazo, aunque por suerte no pasó a mayores. Y a todo esto, el pobre Lagos se retorcía de dolor en el suelo sin que nadie se interesara por su estado.
El árbitro, que inicialmente iba a mostrar la cartulina amarilla a Arroyo, optó por expulsarle tras el rifirrafe. Quien se fue de rositas fue el argentino Goltz, y eso que en el vídeo queda claro que no le importó patear la cabeza de su adversario.
A todo esto, hay que decir que Lagos perdió el conocimiento al llegar al vestuario. Sufrió una fractura en la nariz y ya ha sido operado por ello. Ahora, con todo el derecho del mundo, piden que el central argentino sea sancionado para que se haga justicia.