Ocurrió en un partido de la League Two inglesa disputado en campo del Oxford United, uno de los equipos que pelean por evitar el descenso. El árbitro se lesionó en una jugada absurda y permaneció tendido sobre el verde como si le hubiera pegado un tiro, así que el asistente más cercano no tardó en hacer acto de presencia para interesarse por su estado.
Como si fuera un niño
Mientras eso ocurría y uno de los masajistas estaba a punto de llegar al lugar de los hechos, un futbolista del Hartlepool, Scott Harrison, cogió su espray mágico y se dedicó a pintar la silueta de su cuerpo como si se tratara de un suceso digno de ser investigado por la policía. Lo puedes comprobar tú mismo en el vídeo que se muestra a continuación.
El buen humor del jugador del Hartlepool está justificado por el resultado, ya que ganaron por 0-2. Sin embargo, en parte también explica por qué son colistas y están a cuatro puntos de la salvación. Algo más de concentración no les vendría nada mal.