Menuda pesadilla la que vivieron los aficionados del Arsenal anoche en el Emirates Stadium. El Mónaco, que había pasado como primero en un grupo muy igualado, fue capaz de hacer el partido perfecto ante un rival que había hecho todo lo contrario en la fase de grupos. Los ‘gunners’ lo habían pasado demasiado mal teniendo en cuenta que su plantilla es una de las mejores de Europa y el Anderlecht y el Galatasaray son equipos más que asequibles.
La practicidad de los de Leonardo Jardim pudo con la falta de efectividad de los de Arsène Wenger, que por cierto debería estar haciendo las maletas. Es curioso que el de Estrasburgo pueda ver terminado su ciclo en Londres perdiendo una eliminatoria ante el equipo que le permitió fichar por el Arsenal cuando no estaba considerado como un técnico ‘top’.
Zapatazo de Kondogbia para abrir boca
El primero de la noche lo hizo el joven Geoffrey Kondogbia. El ex del Sevilla se sacó de la chistera un zapatazo que sorprendió a David Ospina, que vio como Per Metersacker modificaba su trayectoria de forma involuntaria. Era el minuto 38 y así se llegaba al descanso.
Berbatov dejó su sello
Tras la reanudación, el Arsenal trató de hacer daño a su adversario con sus mejores armas, pero no era el día de un Olivier Giroud que pronto sería sustituido por Theo Walcott. Tampoco lo era para Alexis Sánchez, Danny Welbeck y compañía. No les salía nada y encima el Mónaco hacía el segundo por mediación de Dimitar Berbatov, un hombre que ya sabía lo que era marcar en este campo.
Oxlade-Chamberlain recortó distancias
Eso pasó en el minuto 52, y a partir de ese momento los ingleses se volcaron sobre el área monegasca, pero siempre sin acierto y con demasiadas prisas. El orden con el que se topaba podía más que la creatividad de jugadores como Mesut Özil. A pesar de ello, en el minuto 90 vieron la luz gracias a un gran disparo de Alex Oxlade-Chamberlain que sorprendió a Subasic.
Ferreira-Carrasco acabó con el conato de remontada
Parecía un mal menor el 1-2, pero en el tiempo de descuento llegó la sentencia, la que hace que remontar en el Principado sea algo así como una utopía. Un contraataque letal de Yannick Ferreira-Carrasco enmudeció a los aficionados más optimistas del Arsenal, que no habían abandonado el estadio con la esperanza de ver el 2-2. El belga superó a Ospina con un buen disparo cruzado.
Será difícil sorprender al Mónaco en su campo
Poca fe tengo en los de Wenger para el partido de vuelta, que podrían caer en octavos por quinto año consecutivo. Tienen plantilla para darle la vuelta, pero el Mónaco es un equipo muy rocoso que está demostrando tener mucho oficio. En la presente Champions League solo han encajado dos goles en siete partidos, mientras que en la Ligue 1 son el equipo menos goleado junto al líder, el Olympique de Lyon.