Barça y Atlético de Madrid no nos dedicaron uno de esos partidos en los que se ven cuatro goles o más. Fue una noche en la que brillaron más los porteros y en la que escasearon las ocasiones de gol claras. Eso sí, intensidad no le faltó al partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.
Los azulgrana, animados por los últimos resultados que han cosechado en Liga, salieron a por todas y estuvieron a punto de adelantarse en el marcador. Neymar avisó con un disparo lejano que Jan Oblak tuvo que despejar tras una buena estirada.
Ocasiones para unos y otros
Fue el primer aviso, y luego llegó otro de Leo Messi. El argentino recibió un buen pase de Ivan Rakitic y probó fortuna, pero el balón se fue demasiado arriba y los del Cholo Simeone pudieron respirar. Habían superado los primeros minutos de agobio y empezaron a gozar de alguna que otra llegada para meter miedo a Marc-André Ter Stegen.
La más clara de todas fue una que nació en la banda izquierda. Siqueira y Arda Turan volvieron loco a Dani Alves y el brasileño la puso al corazón de área buscando rematador. Antoine Griezmann se elevó con la confianza que le da haber marcado varios goles de cabeza en las últimas semanas, pero lo más prudente era dejar pasar el balón para que Gabi, que venía desde atrás como un tren de mercancías, rematara a placer.
La siguiente fue para el Barça. Luis Suárez se encontró el balón a escasos metros de la portería rojiblanca y envió el balón a las nubes. No puso bien el pie y se lamentó amargamente. Acto seguido le tocó al Atlético con una contra conducida por Fernando Torres. El de Fuenlabrada se plantó frente a Gerard Piqué con Griezmann apoyándole. Se la quiso dar al francés, pero el central catalán estuvo muy fino y cortó el pase a última hora para alivio de los aficionados culés.
Gol de Messi con suspense
La segunda parte fue un quiero y no puedo del Barça. Les fallaba el último pase o el último regate. El Atlético se encontraba relativamente cómodo y firmaba el 0-0 para afrontar la vuelta en el Vicente Calderón. Todo hasta que Juanfran derribó a Sergio Busquets en el área a poco más de cinco minutos para el final. González González no se lo pensó dos veces y señaló el punto de penalti. La responsabilidad era para Messi, que vio como Oblak despejaba su disparo, pero el rechace le cayó muy cerca y envió el balón al fondo de las mallas sin demasiados apuros.
Todo se decidirá en el Calderón
1-0 y la eliminatoria al 50%, o al menos eso dijo Luis Enrique en rueda de prensa. Sabe que tendrán que sudar tinta china para mantener una renta tan raquítica en un campo tan complicado.