A Leo Messi le gusta pisar el área rival, y para eso no hay nada como ocupar la posición de delantero centro, o bien la de falso delantero centro que se inventó Pep Guardiola cuando le tuvo a su disposición. Se siente cómodo porque puede venir a recibir cuando quiere. Tiene total movilidad y no hace falta decir que es un jugador con mucha llegada.
Por eso ha marcado tantos goles en las últimas temporadas, y por eso David Villa no jugó de delantero centro cuando llegó procedente del Valencia, algo que sinceramente nunca llegué a entender. Con Zlatan Ibrahimovic no pasó lo mismo porque era una locura mandarle a una banda, pero el sueco no triunfó y Messi volvió a ocupar la posición que más le gusta.
Una obligación justificada
Esta vez le tocará volver a jugar pegado a la banda derecha. Luis Suárez no es tan reacio a jugar en una banda como lo era Ibrahimovic por sus condiciones, pero no hay que olvidar que su posición natural es la de delantero centro y es ahí donde le quiere Luis Enrique. Los 31 goles que marcó en la Premier League la temporada pasada le legitiman para seguir siendo un ‘9’ puro.
Messi marca goles, pero también sabe regalarlos
El ’10’ del Barça, lejos de crear un conflicto, es consciente de que ahora le tocará volver a una posición que en realidad no le resulta tan extraña. De hecho, partiendo desde la derecha con espacios puede hacer mucho daño. Ya sea regateando a tres jugadores para colarse en el área y marcar, o para asistir a sus compañeros, que este año están disfrutando de una faceta que no era la que mejor definía el juego de Messi.
La cifra de goles que marcará esta temporada no será tan buena como la de años anteriores, pero creo que el Barça saldrá ganando. Luis Suárez tiene más gol que el argentino y puede aprovechar sus diabluras. Como también puede beneficiarse de las de un Neymar que podría jugar de falso ‘9’ tranquilamente, pero que desde el primer día supo que le tocaba jugar en banda. Todo sea por el bien común.