En Southampton se respira muy buen ambiente. El equipo entrenado por Ronald Koman ocupa la segunda posición y es el único que hoy por hoy puede dar caza al Chelsea, aunque muchos piensan que tarde o temprano atravesará una mala racha de resultados que le dejará fuera de las cuatro primeras posiciones de la Premier League.
Pase lo que pase, lo que tienen muy claro es que quieren hacerse con los servicios de Toby Alderweireld, central belga de 25 años que ahora mismo está jugando en calidad de cedido por el Atlético de Madrid.
Una pieza clave
Es titular indiscutible y está cumpliendo con su trabajo a la perfección. En estos momentos son el equipo menos goleado de la competición, puesto que solo han recibido cinco goles en once partidos, seis menos que el Swansea City y el Chelsea, que con once tantos en contra le siguen en ese ranking. Eso habla muy bien del trabajo defensivo de todo el equipo, pero a nadie se le escapa que Alderweireld es una pieza clave dentro del muro que han levantado para proteger a Fraser Forster, exportero del Celtic de Glasgow que está viviendo una temporada de lo más plácida.
Opción de compra condicionada
Para que Alderweireld no vuelva al Vicente Calderón, los ingleses están obligados a desembolsar 8,5 millones de euros, que es la cantidad que fijaron en su día como opción de compra. Lo malo para ellos es que la última palabra la tendrá el Atlético, y si su rendimiento sigue siendo tan bueno es poco probable que quieran desprenderse de un futbolista que todavía tiene muchos años por delante.
Contará lo que diga Enrique Cerezo y su séquito, pero también será importante la decisión del futbolista. El papel de central secundario que tenía en la capital de España no se parece en nada al de protagonista que goza en el St Mary’s Stadium, donde poco a poco se está convirtiendo en uno de los favoritos de la afición de los Saints. Además, por muy buena temporada que complete en Inglaterra, no veo al Cholo Simeone dejando en el banquillo a Miranda o a Diego Godín para apostar por Alderweireld.