El Real Madrid suma y sigue de forma imparable. Ayer no pudo golear como en otras ocasiones, pero se mostró como un equipo sólido al que es muy difícil hacerle goles. Los de Carlo Ancelotti jugaron un partido muy serio y se llevaron los tres puntos ante un Liverpool que se presentó en el Santiago Bernabéu con muchos suplentes. Hombres tan importantes como Steven Gerrard o Mario Balotelli se quedaron en el banquillo por la poca fe que tenía Brendan Rodgers.
Benzema volvió a marcar
Fue un partido intenso, pero algo impreciso. El Madrid le puso muchas ganas en los primeros compases, pero casi siempre le falló el último pase. Cristiano Ronaldo estuvo más chupón y fallón de lo habitual y no vio puerta, pero por suerte apareció Karim Benzema, que esta temporada se está destapando.
El delantero centro francés batió a Mignolet en el minuto 27 aprovechando un gran centro de Marcelo, otro que está de dulce. James tuvo ocasiones, CR7 también y hasta Gareth Bale, que entró en la segunda mitad, pudo marcar si no se hubiera topado con el larguero.
El Liverpool llegó a tocar con mucho criterio, pero rara vez inquietó a Iker Casillas. Era como si hubieran salido a por el empate, con poca fe. Supongo que el 0-3 de la ida les asustó un poco.
El Basilea pone la directa
En el otro partido del Grupo B el Basilea no perdonó. Goleó por 4-0 al Ludogorets con tantos de Breel Donald Embolo, Derlis González, Shkelzen Gashi y Marek Suchý. Fueron muy superiores desde el primer minuto hasta el último, y en estos momentos toman ventaja en la lucha por la segunda plaza del grupo. Tienen seis puntos, mientras que el Liverpool y los búlgaros están por detrás con tres. El Madrid, que ha ganado los cuatro partidos que ha disputado, ya se ha clasificado para los octavos de final matemáticamente.