Tenía que llegar un día u otro. Al Barça de Luis Enrique le salió un partido rana en el Parque de los Príncipes. No estuvo del todo mal en ataque, pero en defensa hizo aguas como nunca. Y claro, cuando delante tienes a un equipo como el PSG, plagado de estrellas pese a la ausencia de Zlatan Ibrahimovic, lo más normal es que acabes perdiendo.
El técnico asturiano no achacó la derrota a la falta de actitud, pero sí a una serie de errores que no se pueden cometer en un partido de tanto nivel. Ahora ya no son primeros de grupo y tendrán que trabajar para serlo en los cuatro partidos que restan para que concluya la fase de grupos de la Champions League. No peligra la clasificación para octavos de los azulgrana, pero es un toque de atención que les baja de una nube propiciada por los buenos resultados que habían cosechado hasta ahora.
Intercambio de golpes
David Luiz fue el primero que aprovechó la debilidad defensiva. En una falta lateral botada en el minuto 10 se hizo con el control del balón con suma facilidad a escasos metros de la línea de gol. Javier Mascherano no le presionó lo suficiente y el central brasileño tuvo tiempo para girarse y batir a Marc-André Ter Stegen.
La reacción no tardó en llegar. Leo Messi no falló en una gran jugada combinativa del Barça dos minutos más tarde. Era el 1-1 que llevaba la tranquilidad, pero un cuarto de hora después apareció Marco Verratti para cabecear a gol un córner lanzado al segundo palo. Ter Stegen no lo tuvo claro y se quedó a media salida. No tapó bien la portería y el pequeño centrocampista italiano puso el 2-1 en el marcador.
Tras la reanudación pocas cosas cambiaron. El Barça regaló otro gol, esta vez dejando que Van der Wiel pusiera un buen centro desde la banda derecha que se paseó entre la defensa y Ter Stegen. Por allí apareció Blaise Matuidi para hacer el 3-1 en el minuto 54.
El Barça parecía tocado y hundido, pero fue entonces cuando apareció Neymar para hacer de las suyas. El brasileño recogió un centro al que no había llegado nadie por arriba y se acomodó el balón para batir a Sirigu con un toque de mucha calidad utilizando la parte interior de su bota derecha. Su disparo tocó el poste antes de entrar.
De ahí hasta el final faltaba más de media hora. En ese tiempo hubo ocasiones para ambos equipos. El PSG aprovechó los espacios que dejó el Barça atrás para lanzarse al contraataque, pero Javier Pastore y Edinson Cavani no estuvieron inspirados en los últimos metros. El Barça, por mediación de Jordi Alba y Munir, también pudo marcar, pero al final el marcador no se movió.
APOEL de Nicosia 1-1 Ajax
En el otro partido del grupo el APOEL de Nicosia fue capaz de rescatar un empate en casa ante el Ajax. Se adelantaron los holandeses con un gol de Lucas Andersen en el minuto 28, pero un tanto en propia puerta de Manduca hizo que todo se quedara como empezó. El resultado confirma que el APOEL es un equipo muy rocoso y el Ajax todavía no está para hacer grandes cosas en Europa.
Los chipriotas son últimos con un punto, mientras que los tulipanes se conforman con la tercera posición con dos puntos, a solo uno del Barça y a dos del equipo que lidera el grupo, el PSG.