El Barça busca otro portero con urgencia tras la marcha de José Manuel Pinto, a quien han decidido no renovar. Por eso suenan muchos nombres, aunque el que lo hace con más fuerza es el de Claudio Bravo. El portero chileno de la Real Sociedad ya ha dado el visto bueno a su incorporación, pero falta que el club donostiarra opine lo mismo sobre la operación.
Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2017 y su cláusula de rescisión es de 30 millones de euros, aunque en este caso es más negociable que la de Asier Illarramendi en su día. El Barça no tendrá que pagar semejante cantidad por un hombre que podría vivir a la sombra de Marc-André ter Stegen, quien en teoría ha aterrizado en la Ciudad Condal para ocupar el hueco que ha dejado Víctor Valdés en la portería del Camp Nou.
¿Le disputaría la titularidad a Ter Stegen?
Ahora mismo tiene 31 años, así que es todo un veterano. No sabemos si su incorporación responde a una petición expresa de Luis Enrique, pero lo que está claro es que harán todo lo posible para que acabe en el vestuario azulgrana. De hecho, se comenta que el técnico asturiano desea que haya competencia en la portería, así que no quiere al típico titular que se acomoda porque no tiene competencia, como le pasaba a Iker Casillas cuando no estaba Diego López según palabras de José Mourinho.
Bravo se encuentra concentrado con su selección para preparar el Mundial de Brasil, así que es probable que no sepamos nada firme sobre su futuro hasta que no termine el torneo que acaparará todas las miradas en las próximas semanas. Hasta entonces habrá tiempo para negociar con la Real Sociedad y con otros clubes.