El Real Madrid está muy cerca de las semifinales de la Champions League. Lo está porque logró el resultado que necesitaba el año pasado para clasificarse para la final. El 3-0 obtenido anoche en el Santiago Bernabéu es una renta lo suficientemente amplia como para viajar a Alemania con tranquilidad, aunque no por ello hay que dar la eliminatoria por sentenciada.
El Borussia Dortmund no se pareció en nada al de la temporada pasada. Sin Mario Götze, traspasado al Bayern de Múnich, y sin Robert Lewandowski (por sanción) e Ilkay Gündogan (por lesión), los de Jürgen Klopp no dan tanto miedo.
Tempranero gol de Bale
Un inicio fulgurante propició el 1-0, obra de Gareth Bale tras aprovechar una gran combinación que nació de las botas de Karim Benzema. El francés se pudo girar con más facilidad de lo esperado y le puso el balón a Dani Carvajal, que a su vez se la dejó al espacio al galés, que entró desde atrás como un rayo. Tocó lo justo con la pierna izquierda y batió a un Roman Weidenfeller que estuvo espectacular durante todo el partido.
Isco pide un sitio en el equipo
Al cuarto de hora se apagó la chispa del Madrid. Los minutos pasaban sin sentido y no veíamos tantas ocasiones como al inicio. Sin embargo, apareció Isco para reivindicarse. El malagueño fue titular por la baja de última hora de Ángel Di María y no defraudó. Anotó el segundo en el minuto 27 tras un gran disparo desde el borde del área. El Bernabéu reconoció su esfuerzo y le ovacionó cuando fue sustituido en la segunda mitad, pese a que estuvo bastante desaparecido tras el descanso.
Partidazo de Pepe
Anoche, sin embargo, el mayor número de ovaciones recayó en la figura de Pepe. El central portugués lo bordó durante los 90 minutos. No se le fue la olla y estuvo muy atento. Es más salvó un gol casi en la línea de meta y ahí fue cuando los aficionados se rindieron por completo a su capacidad defensiva.
Cristiano marcó, pero se fue lesionado
Cristiano Ronaldo no tuvo su mejor noche, pero corrió y lo intentó como siempre. Por eso acabó marcando el 3-0 definitivo en el minuto 57. Recibió un gran pase de Luka Modric, que había robado el balón en el centro del campo tirando de inteligencia, que es lo que le hace tan buen jugador. CR7 se plantó ante Weidenfeller con poco margen de maniobra, así que se inventó un regate con disparo incorporado que le salió a pedir de boca. Lo malo es que no pudo terminar el partido por culpa de unas molestias en la rodilla que le trae de cabeza últimamente. Esperemos que no sea nada grave.
A nadie se le escapa que la clasificación está muy cerca. Hasta Klopp ha reconocido que lo tienen muy difícil. Si no pasa nada raro, el Madrid se meterá en las semifinales, al igual que la temporada pasada con José Mourinho.