Hay gente con suerte en la vida. André Villas-Boas es uno de esos afortunados, ya que sus pésimas actuaciones al frente del Chelsea y el Tottenham no le han pasado factura. Todavía recibe ofertas y ahora acaba de fichar por el Zenit de San Petersburgo, que no es ni de lejos uno de los grandes de Europa, pero le ha ofrecido un contrato muy suculento desde el punto de vista económico.
Objetivo: ganar la liga rusa
El pasado 11 de marzo Luciano Spalletti fue destituido. Los malos resultados le apartaron de un equipo que sigue peleando por ganar la liga rusa, puesto que ahora mismo son segundos a tres puntos del líder, el Lokomotiv de Moscú.
En la Champions League están a punto de caer eliminados, ya que perdieron por 2-4 ante el Borussia Dortmund en el partido de ida de los octavos de final. Ni el más optimista del lugar, aunque se haya bebido una botella de vodka a palo seco, se atreve a decir que le darán la vuelta a la eliminatoria en el Signal Iduna Park.
El técnico portugués se hará con las riendas de un equipo que estaba dirigiendo Sergei Semak de forma provisional. Su objetivo será ganar la liga e intentar dar la campanada en el partido de Champions de mañana, aunque los directivos del Zenit no le han exigido que den la sorpresa como requisito imprescindible para continuar (faltaría más).
Firma por esta temporada y dos más
Ha firmado por lo que resta de temporada y dos más, así que no estamos hablando de una contratación fugaz. Es una apuesta arriesgada teniendo en cuenta la trayectoria del técnico portugués, que solo llegó a triunfar en el Oporto y que viene de dos batacazos londinenses que han reducido su caché considerablemente.