Los jugadores del Racing de Santander cumplieron con su palabra. Si no se les pagaba y la junta directiva no dimitía, no jugarían el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey. La Real Sociedad les apoyó en todo momento y comprendió una decisión que habla muy bien de la plantilla y el cuerpo técnico del club cántabro.
Ángel Lanvín, presidente del Racing, se negó a dimitir junto al Consejo de Administración. Por eso pasó lo que pasó. Cinco meses sin cobrar son muchos meses, sobre todo cuando hay promesas de por medio que no se cumplen.
Indignación en El Sardinero
Los pocos aficionados que se acercaron hasta El Sardinero ovacionaron a los jugadores. También exhibieron pancartas que rezaban frases como «Chorizos fuera de El Sardinero«. Se volvieron una vez más contra el palco para pedir la dimisión de quienes se están cargando un club que quiere volver a ser grande. De hecho, sus jugadores lo son, ya que han logrado lo que nadie se imaginaba a principio de temporada y sin cobrar: colarse en unos cuartos de final de la Copa del Rey y ocupar la primera posición del Grupo I de Segunda División B.
¿Y ahora qué?
Veremos qué es lo que pasa en los próximos días. La situación es insostenible y toda España la conoce. A la directiva no le queda más remedio que dimitir y dejar paso a otros administradores que vengan con ganas de dejarse la vida por el club y que tengan dinero suficiente como para pagar las deudas, que no son pocas.