El Racing de Santander atraviesa un momento muy delicado. Desde que descendió a Segunda División no ha vuelto a ser el mismo. De hecho, ahora está en Segunda División B luchando por volver a la categoría de plata.
En lo deportivo no le va nada mal porque ocupa la primera posición del Grupo I de Segunda B. Además, está disputando los cuartos de final de la Copa del Rey. El problema tiene que ver con lo económico, ya que los futbolistas no cobran desde hace meses y la situación ya es insostenible.
Si no se cobra no se juega
Es por eso que toda la plantilla y el cuerpo técnico han ofrecido una rueda de prensa improvisada con un mensaje muy contundente: si la junta directiva no dimite no jugarán ante la Real. Ángel Harry Lavín, el presidente, es quien tendrá que mover ficha para que los jugadores empiecen a cobrar. Eso o marcharse. De lo contrario, el próximo 30 de enero no habrá fútbol en El Sardinero y quedarán eliminados de la Copa por no jugar el partido de vuelta.
Hay que recordar que en la ida los vascos se impusieron por 3-1 gracias a un doblete de Mikel González y un tanto de Carlos Vela. Sin embargo, un gol de los cántabros abrió la puerta de la esperanza para un partido de vuelta que nadie se quiere perder, aunque puede que no se dispute nunca. Sería una pena, pero tendría su justificación.