Quién nos lo iba a decir semanas atrás. Isco era la estrella del Real Madrid junto a Cristiano Ronaldo, el jugador que asistía y marcaba goles para conseguir los tres puntos semana tras semana. Sin embargo, con el paso de los días su protagonismo ha ido a menos, tanto que ante el Barça no disputó ni un solo minuto.
Me sorprendió mucho la decisión de Carlo Ancelotti, pero viendo su planteamiento ultra defensivo todo cuadra un poco más. Ante la Juventus le dio pocos minutos y en el Clásico calentó hasta aburrirse. Hay algo de Isco que no le gusta.
¿Qué se valora más, la calidad o el esfuerzo?
Tal vez es por eso de que es un jugador técnico. No lo sé. El caso es que Ancelotti solo valora el esfuerzo físico de los jugadores, como si fuera lo único importante. Por eso para algunos Ángel Di María es ahora mismo una especie de Pelé, el futbolista que mejor está rindiendo. El madridismo se ha creído esa película que no es aceptable para un club que aspira a ganar todos los títulos. Correr está bien, pero también hay que tener calidad. Y ahí Di María anda un tanto justito, por muchas rabonas que haga con la pierna izquierda, que por cierto es la única que utiliza.
Los números le acompañan, pero en contra está su intermitencia
Isco acumula cuatro goles en Liga y ya sabe lo que es marcar en la Champions League. Su proceso de adaptación ha sido muy rápido, aunque también es verdad que en algunos partidos ha estado desaparecido. Y claro, si tenemos en cuenta que a Özil se le echaba en cara lo de desaparecer durante muchos minutos, es normal pensar que al técnico italiano le entren las dudas. Los jugadores que desaparecen no le gustan.
En el Málaga también le pasaba, pero no por ello dejó de ser un jugadorazo. Es uno de esos mediapuntas que pueden resolver un partido en cualquier momento. Un regate, un pase, un disparo desde fuera del área… Isco es capaz de sacarse un conejo de la chistera, y por jugadores así merece pagar varios millones de euros. El público, el que se gasta un dineral para acudir al Santiago Bernabéu, agradece ver algo diferente. Agradece ver ese espectáculo del que habla un hombre que se presenta en el Camp Nou con cinco centrales.
En fin, espero que Isco vuelva a ser importante en los próximos partidos. Ahora mismo no es más que un simple figurante por razones meramente técnicas.