Continúa el mal rollo en el Real Madrid por la suplencia de Iker Casillas. Ahora que está lesionado las aguas deberían estar un poco más calmadas, pero no es así. Florentino Pérez ha avivado la polémica con sus últimas declaraciones durante la reunión de socios compromisarios.
El presidente no se ha mordido la lengua a la hora de decir que el capitán no está actuando como tal en momentos puntuales:
Iker es el capitán y a veces no nos ayuda, porque también se equivocan los que están cerca de nosotros.
Un dardo envenenado en toda regla que hace que su salida en el mercado de invierno tenga más sentido que nunca. Todavía le queda contrato hasta el 30 de junio de 2017, pero es poco probable que lo cumpla. Cobra 9,6 millones de euros por temporada y al club no le interesa tener a un portero suplente con semejante ficha. Lo más lógico es contratar a un portero joven que cobre poco para cuando Diego López ya no esté al mismo nivel que ahora. Eso o confiar en alguien de la cantera.
¿Habrá réplica?
Supongo que Casillas no querrá entrar al trapo. No es su estilo. Lo que me da miedo es lo que pueda soltar por la boca Sara Carbonero, especialista en meterse donde no le llaman. Eso de ser periodista le anima a hablar más de la cuenta…