El Mallorca sigue soñando con la permanencia en Primera División. Ayer derrotó al Celta por la mínima en un partido a cara de perro que no se decidió hasta el último suspiro, que fue cuando apareció Giovani dos Santos para darle los tres puntos a su equipo, que ahora mismo está a un punto de la salvación.
Los gallegos están un poco más lejos, a cuatro puntos del Granada cuando ya solo quedan siete jornadas para que termine la Liga. No estuvieron finos y el árbitro tampoco les ayudó mucho, ya que no fue capaz de ver dos claros penaltis de Geromel, uno a Mario Bermejo y otro a Túñez.
Polémicas arbitrales al margen, si hubo dos jugadores que destacaron fueron Giovani y Javi Varas. El mexicano fue un quebradero de cabeza para la defensa del Celta, mientras que el guardameta sevillano se lució para mantener a su equipo con vida hasta el último minuto. Fue entonces cuando apareció Giovani para batirle aprovechando un rechace que quedó muerto en el área pequeña.