Sandro Rosell es uno de esos presidentes que se ponen la etiqueta de no hablar de los árbitros. Sin embargo, en más de una ocasión le hemos escuchado hablar de quienes se encargan de poner orden dentro de los terrenos de juego.
La última vez fue ayer, tras el Clásico que el Barça perdió ante su eterno rival. En la entrevista posterior al partido quería morderse la lengua para no hablar de los árbitros, pero al final acabó diciendo que las estadísticas de Undiano Mallenco son las que son y que el penalti de Piqué a Cristiano lo fue, pero hubieron más y no se pitaron:
No me extrañó lo que dijo nuestro entrenador de Undiano Mallenco, porque es estadística. Con este árbitro es así. Hubo penalti de Piqué a Cristiano. Y ha habido otros.
Ya se saltó la norma
Hay que recordar que el año pasado también habló de los árbitros en una rueda de prensa en la que a priori no se iba a hablar de fútbol. En aquel entonces dijo que la cosa no pintaba bien para el Barça.
Es increíble el mal perder que tienen Barça y Madrid. Ninguno sabe aceptar una derrota y siempre culpan a árbitros o a los jugadores rivales por violentos. Y encima va Rosell y dice que prefieren centrarse en otras competiciones, pero luego bien que presumen de ser el club con más Copas del Rey.