Al Málaga se le ha puesto muy cuesta arriba el pase a cuartos de final de la Champions League. Recuerdo que cuando se hizo el sorteo de octavos muchos se alegraron pensando que el Oporto sería un rival débil, pero lo cierto es que anoche los portugueses fueron superiores.
Ganaron el partido por 1-0 tirando de oficio e intensidad, y porque el gol que marcaron fue en fuera de juego, pero yo en esas cosas no me suelo meter porque los árbitros unos días te dan y otros te quitan. No es excusa.
Buena renta para los lusos
Sin hacer un partido de otra galaxia el Oporto viajará a Málaga con un resultado muy bueno. Un gol en La Rosaleda pondría en un aprieto a los de Manuel Pellegrini, que tendrían que marcar tres goles para clasificarse.
Bien en defensa, inexistentes en ataque
El buen trabajo defensivo evitó una derrota más abultada. El Málaga no salió a ganar como en los partidos de la fase de grupos y acabó pagándolo. Se replegó atrás y trató de aguantar las embestidas de un equipo que sabía que tenía que ganar sí o sí.
El único gol del partido llegó en el minuto 56. Joao Moutinho remató un centro raso en posición de fuera de juego, pero el juez de línea lo dio por válido y el tanto subió al marcador del estadio Do Dragao.
La eliminatoria no está ni mucho menos perdida, pero sí es verdad que el Oporto parte como favorito. Seguramente pondrá el cerrojo e intentará marcar algún gol a la contra aprovechando el talento de Jackson Martínez y James Rodríguez, dos hombres que han hecho olvidar a Radamel Falcao.
Qué grande se le hizo el partido al Málaga. Se notó, y mucho, la falta de experiencia de los boquerones ante partidos de este calibre. Experiencia que ha ganado, y de sobras, el club portugués desde los noventa. El partido fue bastante aburrido pero el único equipo que fue a por el partido fue el Oporto. Tuvieron pocas ocasiones pero una de las pocas la supieron aprovechar. En cambio, el Málaga ni se acercó a la portería de Helton. El partido de vuelta se espera mucho más entretenido. La afición en La Rosaleda tiene que convertirse en el jugador número 12. Lo van a necesitar.