Digo de la jornada como podría decir de la historia. Leonardo Bonucci protagonizó ayer un piscinazo bastante falso. El central de la Juventus tuvo una ocasión de oro para sentenciar el partido que su equipo disputó en campo del Palermo, pero se le fundieron los plomos como a Morata ante el Ajax y acabó perdiéndola.
Como no está acostumbrado a moverse por esas zonas del campo, decidió convertirse en un mal actor y exageró demasiado en una caída muy inocente. No hubo falta y el árbitro le castigó mostrándole la tarjeta amarilla, aunque por lo mal que lo hizo debería haberle sacado la roja. ¿Vosotros qué opináis?