Sasho Aleksandrov, jugador del Cherno More Varna de la liga búlgara, se equivocó de deporte. Lo suyo era el fútbol sí, pero el americano. Lo demostró en el partido de la Copa de Bulgaria que su equipo disputó en campo del Levski Sofia.
Se le fue la olla por completo y placó al árbitro tras pitar penalti cometido por él mismo. Como era de esperar, vio la tarjeta roja de inmediato y ha sido multado con 2.500 levs (unos 1.275 euros). Por lo menos el chaval se arrepintió y pidió perdón públicamente tras el partido:
Pido disculpas al árbitro, no fue a propósito, me dio vergüenza cuando cayó.