Adam Maher le clavó un caño a Joris Mathijsen que no podrá olvidar en su vida. El ex del Málaga se abrió de patas y le facilitó mucho las cosas al joven holandés nacido en Marruecos, que no se lo pensó dos veces y se marchó con técnica y velocidad para poner un centro que acabó en las manos del griego Kostas Lamprou.