Tensa a más no poder ha sido la última Junta General de Accionistas que ha celebrado el RCD Espanyol en la Fira de Cornellà. Tocaba elegir presidente y el nerviosismo se apoderó de la sala donde se dio a conocer el nombre del ganador. En un clima de absoluta fractura social, Joan Collet fue nombrado nuevo presidente del club con un 61,01% de los votos. Sergio Oliveró obtuvo el 37,56% de los votos y Arnau Baqué el 0,38%.
Los máximos accionistas de la entidad, Ramón Sánchez Llibre y Ramón Condal, apoyaron a Collet con sus votos. Sin embargo, la gran mayoría de los pequeños y medianos accionistas manifestaron su descontento. Los insultos y los cánticos de «fuera, fuera» no se hicieron esperar nada más saberse el resultado de la votación. El hasta ahora delegado españolista no es del agrado de todos y hasta hubo que lamentar un intento de agresión a un accionista que mostró una bandera estelada (independentista catalana) con los colores del club. Bochornoso.
Algunos accionistas piden que se haga una auditoría
Ese tema de la identidad preocupa, pero también preocupan las acusaciones que tienen que ver con el dinero. Acusan a Collet y a Sánchez Llibre de llevarse comisiones por la venta de jugadores, algo que siempre han negado. Sánchez Llibre fue muy claro al respecto:
Nadie puede decir que me he aprovechado del Espanyol. Todo lo que he podido ganar está invertido en el Espanyol. En su día me comprometí que si el Espanyol no tenía sponsor, Dani lo sería. Ninguna familia tuvo agallas de poner su nombre en la camiseta. Con todas estas inversiones, el Espanyol ha ganado entre diez y once millones de euros. Sin ellas, no los tendría.