Kaká vuelve a sentirse útil, y no precisamente por ser el encargado de llevar las botellas de agua al banquillo. El astro brasileño pudo disputar anoche sus primeros minutos oficiales de la temporada. Lo hizo ante el Deportivo de la Coruña y durante los 45 minutos de la segunda mitad. Entró para sustituir a Mesut Özil y el Santiago Bernabéu le dedicó una sonora ovación, algo que demuestra que el madridismo está deseando ver la mejor versión de Kaká de una vez por todas.
Una merecida enésima oportunidad
Ganas no le faltaron. Se ofreció continuamente, se desmarcó siempre que pudo y estuvo muy sacrificado en tareas defensivas siempre que el equipo lo necesitó. Es verdad que no cuajó un partidazo, pero no menos cierto es que se le ve algo distinto, como si por fin estuviera en forma. Ahora solo le falta coger confianza.
Kaká estuvo a punto de marcar, pero Carlos Marchena desvió el balón a córner cuando ya preparaba su pierna izquierda para batir a Aranzubia (primera fotografía). Fue tras tirar un gran desmarque a la espalda de la defensa del Deportivo que Cristiano Ronaldo supo leer a la perfección.
Ya en los últimos minutos, logró arrancar un penalti que significó el 5-1 definitivo. Recibió en el pico del área, y tras pisar el balón varias veces se sacó un centro que impactó en uno de los brazos de Evaldo. El colegiado no lo dudó ni un instante y señaló la pena máxima aconsejado por uno de sus asistentes.
De momento Kaká ha empezado a entrar en los planes de José Mourinho, quien hace unos meses le dejó muy claro que no contaba con él. Ha pasado de no ir convocado a ser suplente, pero está claro que no se va a conformar solo con eso. Peleará con Modric y Özil para ser el mediapunta titular, ese con el que Florentino Pérez soñó para su equipo cuando volvió a ser presidente del Real Madrid.