Que nadie se asuste. Cesc Fábregas no quiere dejar el fútbol por la Fórmula 1. El centrocampista del FC Barcelona simplemente probó lo que se siente en un simulador aceptando el reto promovido por Nico Rosberg, piloto de la escudería Mercedes. Al terminar con la prueba reconoció que conducir un monoplaza es mucho más complicado de lo que parece por televisión.
Este deporte desde fuera, siempre se ve fácil. En el fútbol, mucha gente en las gradas cree que debe ser simple, pero te puedo decir, tan pronto como llegas al terreno de juego que las cosas son mucho más difíciles. Estoy seguro que sucede lo mismo para los pilotos de Fórmula 1, así que me encantaría tener la oportunidad de estar una vez en la piel de Nico Rosberg para conducir un buen coche de alto rendimiento dentro de un circuito.