Anton Ferdinand no quiso saludar ni a John Terry ni a Ashley Cole antes del partido que enfrentó al QPR y el Chelsea este pasado fin de semana. Pasó de largo como si nada cumpliendo con lo que ya dijo que iba a hacer durante toda la semana. De nada le sirvió a Terry extender su mano.
El internacional inglés y el hermano de Rio Ferdinand no se llevan bien desde la temporada pasada. Terry le dedicó insultos racistas y por ello fue llevado a los tribunales. Sin embargo, fue absuelto en julio de un delito de alteración del orden público con agravante racista.
A Ashley Cole tampoco le dio la mano porque testificó a favor de su compañero de equipo en el caso judicial.