La selección portuguesa estuvo a punto de quedarse fuera de la Eurocopa anoche. Después de ir ganando por 0-2 a Dinamarca, se relajó y se vio con el partido empatado. Sin embargo, apareció Silvestre Varela para solucionar todos los problemas con un disparo seco y colocado cuando más de uno ya estaba mirando por Internet el billete de vuelta a casa más económico.
Portugal tiene los mismos problemas de siempre. Cuenta con jugadores extraordinarios que no parecen estar demasiado conjuntados en el campo. Cristiano Ronaldo quiere todo el protagonismo y las cosas no le salen. Por eso luego Nani educadamente pide algo más de balones para él.
El jugador del Manchester United se quejó con razón y ayer se encargó de demostrar que está a la altura de lo que se le exige a un líder. Con Cristiano Ronaldo demasiado desentonado, asumió toda la responsabilidad y jugó un partido realmente bueno.
CR7 falló dos goles clarísimos, le pudo la ansiedad y luego en la zona mixta del Arena Lviv perdió los papeles cargando contra Messi y la selección argentina de rebote. Se le sigue echando de menos en partidos importantes y con Portugal no termina de cuajar.
Así las cosas, otros jugadores tuvieron que asumir el rol de goleadores. Pepe adelantó a los suyos en el minuto 24 con un buen remate de cabeza, mientras que Helder Postiga firmó el segundo en el minuto 36 anticipándose a su marcador tras un gran pase de Nani.
Parecía que la descanso se iba a llegar así, pero fue entonces cuando Nicklas Bendtner apareció para dejar claro que los suyos no se iban a rendir. El delantero del Arsenal (cedido esta pasada temporada al Sunderland) remató de cabeza en boca de gol un balón que había tocado primero uno de sus compañeros.
Tras la reanudación Portugal lo intentó con dos claras ocasiones de Cristiano Ronaldo. Las falló y luego Bendtner no perdonó en el minuto 80. Remató de cabeza un gran centro que sobrepasó a Pepe. Era el 2-2 que dejaba prácticamente fuera a los portugueses.
En ese momento apareció Varela, quien tras fallar un remate estrepitosamente volvió a disparar con más acierto para batir a Andersen con más potencia que calidad. Era un triunfo logrado a base de coraje, no a base de hacer las cosas bien hechas. Mucho tendrá que mejorar Portugal en el último partido ante Holanda para lograr su billete a los cuartos de final.