Muchas veces hablamos de genialidad cuando alguien marca un golazo o nos sorprende con un regate. Sin embargo, a las asistencias también habría que incluirlas en ese apartado tan positivo.
Frank Lampard demostró anoche que es un pedazo de jugador, algo que no es nuevo. Pese a que ya no está en su mejor momento de forma, todavía tiene la calidad suficiente como para repartir asistencias de lujo. Si os fijáis en la imagen, el centrocampista inglés levantó la cabeza para ver cómo Ramires subía a toda velocidad para sorprender a la defensa del Barça. Su pase fue milimétrico.