El Arsenal estuvo a punto de lograr el milagro ante el Milan. Los hombres de Arsène Wenger se quedaron a las puertas de una remontada histórica que les hubiera dado el pase a los cuartos de final de la Champions League. El 4-0 de la ida que parecía definitivo no lo fue y los de Massimiliano Allegri tuvieron que sufrir mucho para terminar perdiendo por 3-0.
Nadie en el Milan pensaba que el partido se les podía poner tan en contra en la primera mitad. Los jugadores salieron muy relajados y el Arsenal muy enchufado. Los ingleses se adelantaron en el minuto 7 gracias a un remate de cabeza de Koscielny. El Emirates Stadium rugía para animar a sus jugadores conscientes de que la remontada era posible. De hecho, 18 minutos más tarde Tomas Rosicky establecía el 2-0 tras ajustar el balón al palo izquierdo de la portería defendida por Abbiati con un disparo raso.
Cuando parecía que ambos equipos se iban a ir al vestuario con el 2-0, los ‘Gunners’ anotaron el tercero por mediación de su capitán. Robin van Persie no desaprovechó un claro penalti cometido sobre Chamberlain para poner el miedo en el cuerpo a los italianos.
Tras la reanudación vimos a un Arsenal muy diferente. La gasolina se les acabó en la primera mitad y lo acusaron en la segunda. No quedaban fuerzas para presionar con la misma intensidad. Además, el Milan adoptó una postura mucho más ofensiva y dispuso de alguna que otra ocasión de gol clara. El Arsenal también la tuvo, sobre todo Van Persie. El ariete holandés falló solo ante Abbiati cuando lo tenía todo para marcar el cuarto, el que hubiera llevado el partido a la prórroga.