Gerard Piqué ha querido quitar importancia a lo que sucedió el pasado sábado tras el pitido final en el clásico. Marcelo despreció su saludo en varias ocasiones y el catalán tuvo que marcharse a saludar a otros jugadores del Real Madrid. Pese al feo gesto, el central ha dicho que todo fue un calentón que se quedó en el campo, así que no hay que darle más vueltas al asunto.