El Valencia logró anoche una de esas victorias que valen su peso en oro. El rival era el más propicio, el Genk belga, y la necesidad imperiosa. Los de Unai Emery neceistaban ganar para seguir vivos en la Champions League. Ahora, tras el tropiezo del Chelsea en Leverkusen, deberán llevarse un punto de Stamford Bridge para estar en los octavos de final.
El Genk no fue rival para un Valencia que hizo disfrutar al público de Mestalla. Jonas, Pablo Hernández, Aduriz, Tino Costa y Soldado por partida triple fueron los goleadores de una noche mágica que terminó con el marcador de 7-0.
En el otro partido del grupo el Bayer Leverkusen fue capaz de remontarle a un Chelsea que se encuentra en horas bajas. Didier Drogba adelantó a los ingleses, pero Derdiyok y Friedrich le dieron la vuelta al contienda. A los alemanes les bastará con ganar en Bélgica (incluso un empate o una derrota podría servirles) para certificar su pase a los octavos de final.