Realmente escalofriante es la patada que pudimos ver ayer en el partido de los play-offs de la liga belga que disputaron el Genk y el Standard de Lieja. Chris Mavinga, futbolista francés cedido por el Liverpool al Genk, fue a despejar un balón con tan mala suerte que su bota impactó en la cara de Mehdi Carcela. El centrocampista belga de origen marroquí recibió un fuerte golpe que hizo que tuviera que abandonar el terreno de juego inconsciente. Afortunadamente se está recuperando, aunque ha sufrido fractura de nariz, de maxilar y la pérdida de varios dientes.