Un club con tantos y tan buenos aficionados (quitando los cuatro energúmenos que lanzan botellas al campo) como el Real Betis merecía volver a Primera División. Este pasado fin de semana lo ha logrado, aunque tal vez no de la forma que hubiera deseado. Por la mañana perdió ante el Gimnástic de Tarragona por 3-1, pero por la tarde el Granada perdió ante el Alcorcón por 2-0 y consiguió el ascenso de forma matemática. Si bien hubiera sido más bonito celebrarlo en el terreno de juego con los jugadores disfrutando junto a su afición y en el vestuario, la celebración tendrá que esperar (aunque ayer por la noche ya lo celebraron con la afición).
El Alcorcón demostró ser un equipo muy sólido en casa y no dio opciones a un Granada que ahora deberrá aferrarse a los puestos de promoción. Sergio Mora de penalti y Quini en el tiempo de descuento hicieron que los madrileños se llevaran los tres puntos. Alegría para ello y alegría para los béticos. Sevilla volverá a tener dos equipos en la máxima categoría del fútbol español.