Por si quedaba alguna duda, el FC Barcelona logró un valiosísimo empate en el Santiago Bernabéu que le sirve para finiquitar la Liga. La diferencia sigue siendo de 8 puntos y ya es insalvable, sobre todo teniendo en cuenta que los de Pep Guardiola no parece que vayan a fallar de aquí a final de temporada.
El resultado fue de 1-1, bastante justo si tenemos en cuenta que ninguno de los dos equipos dominó el partido con excesiva autoridad. Eso sí, la primera parte fue claramente azulgrana, pues José Mourinho ideó un planteamiento muy defensivo con un trivote formado por Xabi Alonso, Sami Khedira y Pepe. Todo ello para sacrificar a un Mesut Özil que revolucionó el partido con su entrada en la segunda mitad.
La primera parte fue bastante cansina, con el Madrid metido en su campo esperando al Barça. Los catalanes no tenían prisa e iban tocando para que el cansancio fuera haciendo mella en su rival. Así las cosas, se llegó con 0-0 al descanso, aunque Leo Messi gozó de la mejor ocasión al recibir un fantástico pase de Andrés Iniesta. Por parte del Madrid quien la tuvo fue Cristiano Ronaldo, pero su cabezazo fue desviado por Adriano en la misma línea de gol.
Al inicio de la segunda parte todo cambió. Raúl Albiol no midió bien el bote de un balón largo y David Villa le ganó la partida. Eso le obligó a cometer penalti para evitar el tanto del asturiano. Lo peor de todo es que también vio la roja directa y dejó a su equipo con uno menos. Además, no podrá jugar la final de la Copa del Rey que se disputará este próximo miércoles.
El encargado de lanzar el penalti fue Leo Messi, quien como suele ser habitual no falló. Iker Casillas estuvo a punto de detenerlo, pero el balón terminó alojado en el fondo de las mallas.
Fue entonces cuando Mourinho decidió mover ficha. Retiró del terreno de juego a Karim Benzema para dar entrada a Özil. Un cambio acertado porque el alemán fue el mejor de los blancos de largo. Cada vez que tocaba el balón era peligro. Su creatividad y su calidad le dieron al Madrid lo que le faltaba. Así las cosas, en una jugada de ataque Marcelo fue derribado por Dani Alves en el área y Cristiano Ronaldo se encargó de empatar el partido desde el punto de penalti. Engañó a Víctor Valdés ajustando el balón al poste.
Todavía quedaban 8 minutos por delante y se podía pensar en la remontada, sobre todo porque el partido se volvió loco en los últimos minutos. Pese a ello, finalmente prevaleció el reparto de puntos y la Liga ya se puede decir que es azulgrana.
Por cierto, ¿alguien vio a Cristiano Ronaldo? El portugués volvió a jugar como siempre cuando tiene que afrontar un partido importante. Se escondió y no hizo absolutamente nada. Bueno sí, de vez en cuando alguna de esas bicicletas que no sirven para desbordar al rival. ¿Habéis visto a Messi hacer alguna vez una bicicleta? La verdad es que no, él es mucho más vertical, va al grano y nunca ralentiza el juego de su equipo. Eso es ser el mejor jugador del mundo, lo demás es ignorancia o fanatismo desmesurado.