En un partido amateur en Alemania pudimos ver algo insólito. Un jugador decidió contestar a una llamada y se acercó a la banda para coger su teléfono móvil. Se puso a hablar hasta que su portero decidió pasarle el balón al ver que estaba solo. No llegó a tiempo y por poco se carga a un rival con un entradón que le costó la tarjeta amarilla. ¿Estaría recordándole a su mujer la lista de la compra?
Para quien le interese, el protagonista es Matthias Hilbrands del SV Sem Jemgum.