No hubo sorpresas en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League que disputaron Barça y Shakhtar Donetsk en el Camp Nou. Por mucho que Pep Guardiola comentara que se veía más fuera que dentro, lo cierto es que entre un equipo y otro hay mucha diferencia, empezando por la experiencia de los jugadores a la hora de jugar partidos tan importantes como el de hoy.
El Shakhtar salió goleado por 5-1 aunque mereció más. En ataque dio un recital de movilidad, velocidad y buenos movimientos. Sin embargo, no tuvo fortuna de cara al gol y sólo pudo marcar uno. El Barça también tuvo muchas ocasiones y aprovechó cinco de ellas, demostrando que la calidad muchas veces se mide por la efectividad.
El equipo ucraniano demostró ser demasiado blando en defensa. Además, su portero no podría jugar en España ni en segunda división. Por ello no es de extrañar que al descanso se llegara con el marcador de 2-0 tras los goles de Andrés Iniesta y Dani Alves.
Tras la reanudación, Gerard Piqué demostró que está en racha goleadora marcando el tercero. Sin embargo, el Shakhtar pudo recortar distancias por mediación de Rakitskiy, quien remató con la rodilla un lanzamiento de falta lateral.
Poco le duró la pequeña alegría al conjunto visitante. Leo Messi puso el balón en bandeja a Seydou Keita y el malí no lo desaprovechó mandando el balón a la escuadra con un potente disparo. Corría el minuto 60 y todavía tenía que llegar el quinto, el que servía para cerrar una manita que hace indicar que viviremos una semifinal Barça-Madrid. Xavi Hernández aprovechó un pase de la muerte de Alves para marcar el último tanto del partido.